Hoy en día es fundamental para cualquier sitio web ser responsive, ya que cada vez más usuarios navegan por la red desde sus móviles inteligentes o tabletas, en lugar de utilizar el ordenador. Esta característica, que cualquier página debe tener, significa que se adapta a los diferentes tipos de dispositivos. No es lo mismo visitar un sitio desde la pantalla de tu ordenador que desde la pantalla de un Smartphone o Tablet. Por ello, es necesario adaptar el sitio web a cada dispositivo para que los usuarios tengan la mejor experiencia posible desde cualquiera de ellos.

Del mismo modo, la estética, el diseño y la organización del sitio deben verse afectados y variar dependiendo desde donde se visite. Es decir, debe haber 3 diseños diferenciados: el de Smartphone, el de Tablet y el de PC. Incluso, si tu página lo necesita deberías tener también diseños adaptados para otro tipo de dispositivos, como por ejemplo los ordenadores portátiles o los libros electrónicos. En definitiva, el diseño web adaptativo o responsivo consiste en que un sitio web se vea correctamente desde cualquier tipo de dispositivo, sean cuales sean sus características.

Que una misma web se adapte para verse correctamente desde cualquier dispositivo hoy en día es algo básico, ya que aporta muchísimas ventajas.  Primero de todo, es importante destacar la mejora palpable en cuanto a experiencia de usuario. Si una web no es responsive dependiendo desde que dispositivo accedas puedes tener una mala experiencia de uso. Por ello, que la página sea adaptable soluciona este problema.

Del mismo modo, permite compartir sin problemas los enlaces a tu sitio en redes sociales. Cualquier persona que acceda a los enlaces lo podrá ver bien. En cambio, si la web no es responsive y cuenta con links diferentes dependiendo del dispositivo puede ocasionar problemas, ya que si alguien quizás comparte un link desde un Smartphone y otra persona pretende abrirlo desde el ordenador, no podrá verlo bien.

Además, si solo contamos con un diseño y este no es responsive, como pasa, por ejemplo, con los sitios web de ancho fijo, este no se podrá ver correctamente desde todos los dispositivos. Si seguimos con el mismo ejemplo, los de ancho fijo se visualizarán correctamente desde el ordenador, pero no ocurrirá lo mismo si accedes desde tu teléfono móvil.

Todo esto puede parecer un poco baladí, pero no lo es. Si un usuario quiere consultar la información de tu página o comprar en tu ecommerce y no le permites hacerlo desde el dispositivo que lo está intentando perderás tráfico y/o ventas y por tanto, potenciales clientes.